Rinden Homenaje a Alberto Rodríguez Rosales, Primer Director del Hospital
En una emotiva ceremonia se inauguró el monolito y la placa conmemorativa a nuestro primer director del Hospital Comunitario Marcos Macuada, el destacado médico y filántropo, Alberto Rodríguez Rosales.
La construcción de la obra fue una iniciativa de la Logia Unión y Esfuerzo de Tocopilla, quienes hace unos tres años atrás se contactaron con el hijo del doctor Rodríguez; Rafael quien creció en los pasillos de nuestro hospital; para un trabajo biográfico donde les comenta que al fallecer su padre en el año 1959, el nuevo director y autoridades de la época se comprometieron a cambiarle el nombre al hospital algo que nunca ocurrió.
Debido a esta historia, comenzó a germinar la idea de un proyecto que fuera a la vez un homenaje, que pudiera poner en valor el legado social de este director que además fue destacado como hijo ilustre de la ciudad.
Fue así como gestionaron con la dirección del Hospital la instalación de un monolito y una placa en la plazoleta de la institución de salud, que gracias a la buen recepción se concreto en forma exitosa.
CEREMONIA
La ceremonia contó con la presencia de, Daniela Vecchiola Riquelme, delegada presidencial de la provincia de Tocopilla; José Antonio Araya, presidente del Club nternacional “Unión y Esfuerzo” N°85 de Tocopilla; David Alberto Baron Rodríguez, nieto del Dr. Rodríguez Rosales; Andrea Garnica Trivick, subdirectora médica; y nuestro director, Humberto Argandoña Catúr.
Al respecto, Humberto Argandoña Catúr, manifestó la importancia de recordar la labor que este destacado médico realizó en favor de la comunidad y como su ejemplo es una inspiración para todos los funcionarios del hospital.
“Desde nuestro punto de vista, no había sido suficientemente relevada, hasta hoy, su señera figura en la ciudad como se merece por la notable impronta que legó al servicio comunitario”, indicó José Antonio Araya.
Por su parte, su nieto, recordó que a pesar de no conocerlo físicamente, si lo había hecho a través de los libros y cuadernos, que heredó su abuelo donde encontró poemas y textos con su pensamiento que denotan a un gran ser humano.
VIDA Y OBRA
Alberto Rodríguez Rosales, llegó desde Santiago a trabajar al antiguo hospital de la ciudad, lugar desde donde fue impulsor de la construcción de un nuevo centro de salud para Tocopilla el cual se concretó, el año 1940 e inaugurado en el 1941.
Del nuevo Hospital que llevó el nombre del joven estudiante de medicina y mártir, Marcos Macuada, fue su primer director, cargo que mantuvo hasta el final de sus días en 1959. En este lugar, además, vivió junto a sus esposa e hijos, nunca tuvo casa propia ni consulta particular.
Su día a día transcurría en el hospital, sus pacientes, familia, la poesía, sus deportes y amigos. Su vida dejó una huella indeleble en quienes le conocieron, fue un ejemplo de entrega y vocación de servicio, salvó vidas, jamás negó la atención profesional a nadie, estando permanentemente de guardia, atendía a cualquier hora, no importaba que fuera de noche o madrugada, ni domingos ni festivos, sin diferencia de nacionalidad, credos religiosos, razas o posición social.
Protegió incansablemente a la infancia desvalida, a los ancianos, a los veteranos de la Guerra del Pacífico quienes vivían prácticamente de la caridad por sus pensiones miserables y fue el creador de un Centro para la Educación y Desarrollo de Jóvenes y Adultos.
En la vida social tocopillana, fue presidente del Club Rotario; médico ad honorem de la Caja Nacional de Ahorros, hoy BancoEstado; médico legista y matrón; de la Municipalidad; del Seguro Obrero; miembro honorario del Honorable Cuerpo de Bomberos; presidente del Club de Boxeo; y un destacado masón que formó parte activa de la Logia “Unión y Esfuerzo” N° 85.
En agradecimiento a esta múltiple, transversal y trascendental labor, la Municipalidad de Tocopilla lo distinguió como “Ciudadano Honorario”, y el día de su funeral la ciudad se volcó a las calles para despedir a este gran hombre.