Servicio de Salud Antofagasta afianza estrategia de diálogos sociales para educar a comunidad regional en Salud Mental
Una importante concurrencia y gran interés concitó el diálogo ciudadano: “La Importancia de la Reducción del Estigma en la Salud Mental” organizado por el Servicio de Salud Antofagasta al cual asistió el Seremi de Gobierno, Pablo Iriarte; líderes sociales representados por el Consejo de la Sociedad Civil (COSOC) de esta entidad gubernamental, agrupaciones de voluntariados, adultos mayores, alumnas y alumnos de universidades y centros de formación técnica y personal de esta Dirección Regional.
El Director de Servicio, Dr. Francisco Grisolía, en el inicio de la actividad precisó que el objetivo de esta instancia participativa, “es educar y sensibilizar a la comunidad sobre los efectos anímicos que ocasiona la estigmatización de la salud mental en usuarios y usuarias del sistema quienes padecen algún trastorno y, por lo mismo, reciben ayuda profesional a través de los establecimientos de la red asistencial. Busca reducir los prejuicios que como sociedad se ciernen sobre las personas quienes padecen alguna condición mental”, indicó.
El Seremi de Gobierno, Pablo Iriarte expresó “valoramos que hoy estemos avanzando en una serie de acciones, en este caso poder avanzar en una disminución de la estigmatización que existe en la salud mental de una manera muy relevante como lo es el diálogo entre el Estado, el Gobierno y el Servicio con la ciudadanía, lo que permite construir soluciones e iniciativas que tengan que ver con lo mismo”.
Comprendiendo qué es la estigmatización
En una primera etapa, hubo una exposición a cargo de profesionales especialistas que sirvió de contexto para comprender cabalmente cuáles son las causas y los efectos del estigma social al cual se ven expuestos muchos connacionales quienes experimentan alguna condición psicológica adversa.
A propósito, se definió este concepto como una situación que inhabilita al individuo para la plena aceptación social. El estigma convierte a alguien en diferente con connotaciones negativas y produce descrédito asociado a un fallo o una desventaja. Existen distintos tipos de estigmas como los relacionados con la etnia, el sexo, la edad, la religión, etc. Pero, sin duda, uno de los más potentes y resistentes al cambio lo constituye el asociado a los trastornos mentales y/o por uso de sustancias.
Los facultativos aseveraron que una de las consecuencias visibles, de frecuente ocurrencia, se relaciona con los prejuicios y la discriminación que perciben las personas, aquejadas por algún trastorno, y sus familiares. Es necesario, por tanto, maximizar el esfuerzo en materia de promoción de la salud, tarea en la que deben vincularse estrechamente funcionarias y funcionarios de la salud, sus autoridades, organizaciones de la sociedad civil de índole consultivas y la comunidad, en general.
Tras la presentación de los facilitadores de la jornada hubo un espacio para preguntas y respuestas. Con posterioridad, los mismos relatores promovieron el diálogo que consideró, entre muchos otros temas, estrategias para promover la educación emocional de la ciudadanía, la importancia de la familia como agente socializador y motor que construye una comunidad respetuosa de la diversidad; y el desafío de la participación ciudadana para fomentar estilos de vida saludables.
El diálogo coincide con los lineamientos de la Estrategia Nacional de la Salud (2021-2023) que, entre muchos otros componentes, enfatiza el fortalecimiento del Modelo Comunitario de Salud Mental, promoviendo espacios de encuentro y conversación respecto de las políticas públicas con actores sociales e institucionales.